¿Por qué es tan importante la protección solar en otoño?

La luz solar, tan sana como perjudicial al mismo tiempo

Es bien sabido que, la luz del sol tiene grandes beneficios para la salud de los seres humanos, y por eso, realizar actividades al aire libre es fundamental para mantenerse sano. Así, algunos de los efectos positivos de la luz solar son, entre otros, que se trata de un factor imprescindible para sintetizar la vitamina D en la piel, que reduce la angina de pecho -un dolor o molestia en el pecho a causa de la falta de flujo de sangre en el corazón- o que es esencial para una buena salud mental.

Sin embargo, quienes se exponen mucho tiempo sin la protección solar adecuada, también en otoño e invierno, aumentan, de forma muy significativa, las opciones de sufrir un cáncer de piel. De hecho, según la Asociación Española Contra el Cáncer, es una enfermedad que en el año 2018 afectó a más de 21.000 personas en España.

Son las radiaciones solares de tipo A y B -más conocidas como rayos UVA y rayos UVB- las que hacen que la exposición a la luz del sol sea perjudicial para la salud. Estas pueden llegar a provocar grandes daños, tales como el cáncer de piel, el melanoma o los carcinomas cutáneos. De ahí la importancia de la protección solar como forma de prevención desde edades tempranas para evitar este tipo de efectos negativos.

Reducir el riesgo a través de la protección solar

Existen muchas formas de protegerse del sol en los meses de frío. En primer lugar, es importante tener en cuenta que la recomendación de los expertos es exponer la cara y los brazos unos 10 o 15 minutos no más de 2 o 3 días a la semana, tanto en niños como en adultos.

Asimismo, hay que utilizar cremas solares con factores de protección solar 15 o más, y recordar que si nos encontramos en zonas de alta montaña, en lugares con nieve o en la playa, el factor debe ser siempre superior. Estas cremas debemos aplicarlas sobre las zonas del cuerpo que vayan a ser expuestas con una antelación de media hora y volver a aplicar cada dos horas.

Pero además, utilizar complementos como gafas de sol o gorras para niños, son una manera genial de evitar la exposición directa a la luz solar durante largos periodos. En concreto, las gorras son una buena opción, ya que cubren la cara, las orejas y el cuello de los más pequeños. No obstante, las gorras para niños OLUFSENkids van más allá, ya que cuentan con la certificación UPF50 +, por lo que son el mejor complemento para protegerse del sol en los meses de frío.

En definitiva, utilizar cremas solares con factores superiores a 15, no exponerse durante demasiado tiempo al sol o utilizar complementos que nos protejan de los rayos, son la mejor protección solar durante el otoño y el invierno. Aunque no lo parezca, tomar el sol durante los meses fríos puede ser igual de peligroso, así que, ten en cuenta siempre estas recomendaciones para evitar cualquier riesgo.